Saturday, November 13, 2010

La carne nuestra de todos los días

Es muy posible que, para cuidar tu silueta y tu salud, no te guste comer carnes rojas todos los días, además, todas sabemos que con una ensaladita de hojas verdes y algunos tomatitos cherry vos ya estás bien. La complicación, sin embargo, viene cuando nos toca hacer comida para dos: a él no lo arreglás con unas verduras, y es muy posible que se te enoje si no ve en su plato una porción de carne de algún tipo (preferentemente de origen vacuno).


Antes de preparar cada comida, pensá bien en qué le gusta a él, no por nada las abuelas nos decían "al hombre se lo conquista por el estómago".

Los básicos que nunca pueden fallar son los bifes de res, las milanesas y las empanadas de carne. Por la guarnición no te preocupes demasiado, es muy posible que no la coma, pero para asegurarte de que le vaya a gustar, siempre podés recurrir a las papas fritas (y si te mandaste alguna macanita y le tenés que pedir perdón, agregale dos huevos a caballo y se olvida de todo), lo que no puede faltar bajo ningún concepto es el pan fresco y los aderezos de su preferencia.


Si a vos te gusta comer liviano (sabemos que siempre queremos estar lindas y flacas para ellos), podés hacerte comida light aparte, o comer sólo la guarnición (si se trata de ensalada), pero no desesperes si andás con poco tiempo, en estos tiempos express, la industria de los alimentos nos soluciona la vida proporcionándonos una extensa variedad de productos listos para comer, como yogures descremados con frutas, barritas de cereal o sopas de sobre light para los días de mucho frío.


Lo único realmente importante a la hora de la cena, es que a él no le falte el animal muerto en el plato, el resto se soluciona fácil.

3 comments:

  1. "el animal muerto en el plato", udajusdjujudajusdjuajusdjuadjuajudsaju <3!

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  2. Ay si sólo hicieran falta unas milanesas a la napolitana con papas, yo ya hubiera conquistado al mundo entero!

    Me parece que mi falla estuvo en que esa vez le hice papas noisette de paquete congelado al horno, lejos de freirle papas naturales cortadas a cuchillo.
    Eso me pasa por ser una mujer "express" del mundo de hoy, las papas congeladas son nuestras enemigas, y el horno es el anti-hombre, para conquistar al hombre hay que freir, no hay con qué darle!
    Claro que de haber sabido esto antes, le hubiera freido las milangas (que eran de peceto, corte femenino si los hay, tendrían que haber sido esas de nalga tamaño zapatilla que no te entran en el plato) y las papas naturales, y ahora estaría felizmente emparejada con un macho de esos que te saben disciplinar.

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